Mis ideas literarias generalmente giran en torno a Tom Clancy, César Vidal, C. S. Lewis, John Grisham, Max Lucado y Dan Brown. En mis escritos siempre verás algo de ellos o la suma de todos. De algunos me encanta la altura intelectual y profundidad de su estilo y de otros su habilidosa, exquisita e ingeniosa narrativa.
No necesariamente. Si el final del libro no es feliz al menos intento de que el sacrificio de algún personaje importante sirva como ejemplo para meditar sobre las consecuencias de sus actos, ya sea para bien o para mal.
Generalmente las ideas provienen de largos y profundos momentos de reflexión, de inquietudes y angustias existenciales propias o de cuando en cuando de cosas espontáneas, por ejemplo una conversación con alguien, mirando una pintura o una obra de arte, un hecho histórico pasado o contemporáneo, o de preguntas que hace la gente sobre temas determinados que les inquietan.
Casi siempre empiezo con una idea simple. Y en torno a ésta, posteriormente, voy creando personajes, situaciones, diálogos y entornos. A veces creo que son los mismos personajes los que crean la novela. Les dejo ser y sólo me dedico a escribir lo que ellos viven, sienten y piensan. En ocasiones me trasladan a situaciones y lugares que ni yo mismo sabía que podían existir.