Sueños digitales en el ciberespacio
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Fue como un sueño inquieto o quizás imposible que alguna vez tuve una incierta y calurosa noche de verano.
O quizás algo que escuché o que vi a través de los ojos de un extraño.
Estaba por todas partes y me parecía como una lejana visión. Como el delirio de un loco buscando la desesperada cordura o el espejismo de un solitario naufrago vagando en un mar de ardientes arenas.
Como si me hablaran en un idioma que no comprendía y que jamás estaría a mi alcance el comprenderlo.
Pero soñando, consultando, abriendo mi corazón, orando, escuchando y rodeándome de la mejor gente posible y comprensible, se hizo realidad.
En ocasiones los sueños tienen dos extrañas peculiaridades: Tú los sueñas, pero otros te ayudan a cumplirlos. Y aunque parezcan lejanos, están más cercanos de lo que te imaginas.
Deben contener también un poco de magia. No de hechizos, magos ni embrujos nocturnos, sino magia del cielo y de la vida. De aquella que te concede la fe.
Y además tenía un nombre digital. Con él podía viajar por un espacio inmenso y profundo como el que descansa sobre nuestras cabezas.
¡Mi sueño era éste: Mi página Web! ¡Donde podía compartir con las multitudes mis libros, creados desde la suma de todas mis indómitas ideas hasta las de un inmenso mundo que cada día tiene algo nuevo que enseñarme hasta el fin de mis días!
De una sencilla idea pasé a los sueños. De éstos pasé a la planificación y de ahí a la acción me quedaba un simple paso.
¡Y he aquí otro de mis sueños hecho realidad!
Espero que la disfrutéis y podáis compartir conmigo vuestras ideas e inquietudes, porque de seguro y en cualquier momento serán parte de algún curioso personaje que las lucirá en su personalidad como una hermosa y dulce gitana luce en su delicado cuello el más hermoso collar de oro y perlas creado por el más ilustre orfebre del más perfecto cuento de hadas.
¡Sois entrañablemente bienvenidos a mis sueños digitales!